Paleontologi­a Vaporosa

Capitulo II – Las ramificaciones

A principios del siglo XX, MZA se planteaba el problema de sustitución de las locomotoras de su parque por otras de mayor potencia. La aparición de las “Mastodontus Ibéricus” solventó en parte el problema, pero seguía existiendo éste por un lado en el arrastre de los mejores trenes de MZA, en rampas de más de 10 milésimas manteniendo las velocidades que exigían los expresos donde las “Pacific” existentes necesitaban doble tracción, y por otro lado en los saturados servicios locales de la zona catalana, donde las pequeñas pero bravas “Cercanius Maffeirensis” (locomotoras tipo 2-3-2T construídas por Maffei) resultaban insuficientes para la totalidad de los servicios.

Para solventar el primer problema se estableció que se necesitaría una locomotora de rueda de 1.750 mm, cuatro ejes acoplados para asegurar la adherencia y mayor potencia. La caldera y peso resultante determinaban que el tipo 2-4-0 sería insuficiente, por lo que se apuntó a la introducción del tipo 2-4-1, del que en aquella época no existía en Europa ningún precedente e incluso en Estados Unidos, donde se le conocía como “Mountain”, apenas había hecho su aparición. Respecto al segundo caso, se decidió también por una locomotora tanque como sus predecesoras, pero incrementando la potencia y con cuatro ejes por lo que el tipo usado sería 2-4-2T. Para las primeras locomotoras, en 1924 se contactó con diferentes fabricantes ganando el concurso MTM, vistos los resultados de las “Mastodontus Ibéricus” entregadas. MTM realizó un proyecto basándose en muchos elementos comunes de las 1400 anteriores, para aprovechar las ventajas de la estandarización. El mismo no aportaba gran innovación, excepto en la arriesgada decisión de usar simple expansión, pues en Europa se seguía opinando que, para grandes potencias, era conveniente dividir el volumen de cilindros tan grandes en dos y, por tanto, adoptar el sistema “Compound”. Así en 1925 se entregó a MZA la primera de las 25 “Montagna Regina” encargadas que constituyeron la serie 1700, numerándose entre la 1701 y la 1725, y que fueron destinadas en su mayoría a la línea Zaragoza Madrid. En años sucesivos se amplió la serie hasta un total de 95 locomotoras de las cuales las diez últimas, “Montagna Regina Otorrinus”, fueron dotadas también de pantallas levantahumos. Con ello la tracción de los expresos en MZA pasó a ser servida en exclusividad por esta locomotora apodada “La Reina del MZA”.

Serie MZA 1700 – Montagna Regina

Mientras, ya hemos visto que con las 1400 “Mastodontus Ibéricus” MZA resolvió el problema de los trenes generales, viajeros y mercancías, pero en Cataluña subsistía el problema de los trenes locales o cercanías, por lo cual en 1924 MZA también encargó a MTM la construcción de 25 locomotoras 242T con ruedas de 1600 mm y, por supuesto, simple expansión, naciendo de esta forma las “Cercanius Maquinensis” que nuevamente heredó muchos elementos básicos de las “Mastodontus Ibéricus” configurando la serie 1600 en MZA. A las primeras 25 locomotoras les siguió dos nuevos pedidos de 25 y 10 máquinas respectivamente, estas últimas con mayor capacidad para agua en sus tanques lo que las diferenciaba por ser estos totalmente rectos y encuadrándose, por tanto, en la subespecie “Cercanius Maquinensis Tanquirectus”. Todas ellas se numeraron como 1601 a 1660.

Serie MZA 1600 – Cercanius Maquinensis Tanquirectus
Árbol genealógico de las Mastodontes y su descendencia