Adif, Renfe, el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y los Mossos d’Esquadra de la Generalitat refuerzan la vigilancia en materia de seguridad en Cataluña

Los esfuerzos se centran en evitar actos vandálicos provocados por terceros que afectan a la circulación y a la infraestructura

• En las últimas semanas se han registrado 10 incidentes de diversa magnitud en el ámbito de Rodalies de Barcelona que han afectado tanto a la circulación de trenes como a la integridad de las instalaciones.
• En lo que va de año se han sustraído un total de 23.593 metros de cable de cobre en el ámbito de Cataluña y Aragón.

06-ago-07.- El director de Seguridad de Adif, Antonio Bertomeu, y el gerente de seguridad para Cataluña y Aragón, Eduardo Perucha, de esta misma entidad dependiente del Ministerio de Fomento, junto con el delegado de seguridad de Renfe en Cataluña, Jesús Ortega, se han reunido hoy en la sede de la Delegación de Gobierno en Barcelona con representantes de los Mossos d’Esquadra, la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía para reforzar su línea de colaboración en materia de seguridad, de cara a identificar medidas que contribuyan a evitar o minimizar la repercusión que las actuaciones vandálicas y otro tipo de incidentes provocan sobre la infraestructura ferroviaria.

Adif, Renfe y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y la Generalitat han hecho hincapié en la necesidad de anticiparse en todo caso y fomentar una alerta temprana en incidencias que supongan una afectación al público. De esta manera, se agilizarían las diversas actuaciones en materia de protección civil si fuesen necesarias.

En el encuentro, los asistentes han analizado los últimos incidentes que se han producido en la red ferroviaria, en su mayoría actos vandálicos, pequeños robos de cable de cobre que no parecen tener un claro ánimo de lucro, y otras incidencias de diversa índole, que son ajenas por completo a la infraestructura y a la explotación ferroviaria, pero que afectan tanto a la circulación de trenes como a la integridad de las instalaciones y, por lo tanto, causan graves molestias a la ciudadanía.

En este sentido, en las últimas semanas se han registrado 10 incidentes de diversa magnitud en el ámbito de Rodalies de Barcelona. Tres de ellos se han concentrado en el tramo El Prat-Gavà, un punto estratégico de la red ferroviaria de Catalunya, que además han coincidido con momentos clave de las operaciones salida y retorno de julio y agosto. Dos de ellos, ocurridos los días 31 de julio y 3 de agosto, consistieron en robos de una cantidad poco significativa de cable de cobre y el tercero, un pequeño incendio el día 5 de agosto que pudo ser rápidamente sofocado. Para Adif supone motivo de preocupación la coincidencia de actos, lugares, momentos y motivaciones que enmarcan estos incidentes.

La consecuencia más inmediata del robo de cable de comunicaciones y alimentación a señales es la activación automática de los elementos de protección de la infraestructura ferroviaria para mantener los niveles de seguridad y evitar accidentes.

De este modo, las señales –semáforos– que regulan el tráfico ferroviario permanecen fijas en color rojo, y personal de circulación debe autorizar manualmente el rebase de las señales afectadas, una vez realizadas las necesarias comprobaciones de seguridad –que no existen trenes u otros obstáculos en el trayecto hasta la siguiente señal, y así sucesivamente–.

Estas operaciones, obviamente, comportan un tiempo más dilatado que el que invierte el sistema automático, y por ello se producen retrasos y alteraciones en el normal desarrollo de la explotación ferroviaria.

En el tercer caso, la afectación se redujo a la circulación por vía única por razones de seguridad durante 35 minutos, aunque de haberse extendido el fuego, se hubieran podido producir graves daños a las instalaciones e importantes alteraciones de la circulación ferroviaria.

Robo de cable de cobre

En otro orden de cosas, el robo de cable de cobre por parte de grupos organizados constituye otro importante problema de seguridad que también se ha tratado en la reunión. De hecho, en lo que va de año se han sustraído un total de 23.593 metros de cable de cobre en el ámbito de Cataluña y Aragón, de los que aproximadamente el 90% corresponde a cableados de la línea de alta velocidad entre Pobla de Montornés (Tarragona) y Castellbisbal (Barcelona).

La sucesión de casos de robo de cable constata la necesidad de que las empresas propietarias del material efectúen las denuncias de manera inmediata, para facilitar el trabajo y las investigaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y la Generalitat. En esta línea, Adif reafirmó su compromiso de aviso inmediato de estas sustracciones. Asimismo, se aumentará la presión policial sobre los grupos organizados que están detrás de los robos de cable. Si bien la vigilancia ya venía siendo intensa, se reforzará todo lo posible tanto por parte de Policía, Guardia Civil y Mossos d’Esquadra como por parte de los efectivos de Seguridad de Adif.