El Ferrocarril de Castillejo a Toledo.

Primera estación de Toledo, proyectada por el ingeniero de caminos Eusebio Page Albareda. (Foto FFE)

Al solicitar la prolongación del ferrocarril desde Aranjuez a Almansa, José de Salamanca incluyó el ramal de 27 kilómetros para unir la línea a Toledo desde Castillejo. Pero, ante las condiciones un tanto desorbitadas que Salamanca había solicitado, el Gobierno estimó que esta línea ferroviaria debería de ser adjudicado aparte, de manera que el proyecto quedó pendiente. Una primera adjudicación fue otorgada por la Real Orden del 24 de mayo de 1854 a los Sres. Fernando Fernández de Córdoba, José Zaragoza y Joaquín de Gándara, pero la revolución de ese mismo año imposibilitaron su ejecución y el 25 de agosto quedó anulada la concesión. Ante esta situación, el ayuntamiento y los diputados de Toledo se dirigen a José de Salamanca para que vuelva a solicitar la concesión sin subvención del estado y es adjudicada el 11 de julio de 1856. El 2 de mayo de 1858 se da por concluida las obras y circula por primera vez una locomotora en todo su recorrido. El 15 de mayo, a petición de las autoridades locales, circulan por la línea dos trenes en cada sentido para dar servicio a las fiestas locales. La línea se inaugura oficialmente el 12 de junio con la presencia de Su Majestad la Reina. Antes de terminar el año esta es vendida a M.Z.A.

En el pliego de condiciones especificaba que para la explotación de esta línea de 27 kilómetros haría falta:

  • Cuatro locomotoras.
  • Cuatro coches de primera clase.
  • Seis coches de segunda clase.
  • Diez coches de tercera clase.
  • Cuatro furgones con freno.

Probablemente estos coches cubrirían los huecos detectados en los primeros inventarios de MZA.

Los coches fueron construidos por F. Heeren de Hamburgo. Los furgones y otros vagones fueron construidos en los talleres de Madrid con ejes y ruedas suministradas por Lloyda, Foster & Co de Wednesbury, Inglaterra.